
Aún recuerdo cuando tuve en mis manos
el arco del triunfo,
Aún recuerdo como bordeaba con mis dedos
el designio pontificado,
de mis ojos.
Magia al instante
placer innegable
templo sagrado,
mi piel estaba adormecida
y fue, naufragar en tus agridulces aguas
para ahogarme con tu profundidad.
He saciado mi virtud
en las ondas sonoras de tu mar,
mis demonios han sido
desterrados por la furia
de tus vaivenes
y he visto el sol renacer
en mis pupilas dilatadas.
Sexto poema de la serie: Diablo de los poemas
Me encantó!
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Me alegra leer eso.
¡Abrazos!
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Abrazos!!
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Qué lindo el poema y la ilustración también.
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Muchas gracias Alicia.
Un gran saludo.
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Wow, Jessi, la última estrofa es brutal!!!!!
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Muchas gracias!!! 😊😀 me alegra que te haya encantado.
Un gran abrazo.
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Coincido con el comentario anterior, y es un placer leerte. 💚
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Qué lindo comentario. Muchas gracias. Un gran abrazo.
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