
Basta de pedir perdón ante lo inmarcesible,
si romper los ovarios no es suficiente
menos será objetar lo injustificable.
Cada lucha interna va fumigando
guerras, absurdas guerras de sumisión.
Flores marchitas han quedado
pisoteadas por el suelo,
Han deshojado margaritas
en las primaveras nacientes,
Y en la aurora venidera
han sangrado duraznos sin tesón.
Basta de defender al malhechor
su abrupta cabeza se ha ensañado
con almas virginales,
ha desgarrado pieles de sol
y ha destrozado piernas bajo la luna.
¡Basta! ¡Basta de honrarlo!
Esta maldita sociedad,
sociedad carente de humanidad
sigue creando monstruos,
Bestias errantes
sin sentido común.
Ningún coño te pertenece, Bestia
Ninguna vida es tuya, monstruo.