Entre primavera y otoño se domestican los quereres
las sonrisas se desdibujan entrando a los burdeles
los árboles florecen en las entrañas marchitas,
sus hojas desaparecen ante los vientos.
En tu espalda cabalga la alegría
tristeza vibrante sopla en los oídos,
somos receptivos a lo que sentimos
somos carne de cañón de nuestros prejuicios
somos válvulas de escape
transmutando en las noches oscuras
persiguiendo sueños rotos
y abrazando amarguras.
Los latidos en el corazón se agitan
cuando ves las bragas caer;
el aire susurra olvidos
abstracto es el tiempo
cuando los días conservan su encanto.
No cabe duda que soñar despierto
es una tentación,
absurdo es contar los meses,
pero entre primavera y otoño
vivir es un refugio.

¿Y vos en qué estación estás? Felicidades, muy hermoso poema 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Aquí siempre será privamera y otoño 😀
Gracias por leer, saludos!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Tiempo extraño y especial, ese entre primavera y otoño… ❤
Me gustaLe gusta a 2 personas
muy bueno
Me gustaLe gusta a 1 persona